domingo, 10 de julio de 2011

jueves, 7 de julio de 2011

martes, 5 de julio de 2011

Mort poética des coses petitas


Ricard Terré, un fotógrafo que nunca se consideró a si mismo fotógrafo profesional. Un hombre que solo estaba pegado a una cámara porque ésta le permitía capturar algo más que imágenes. Capturar emociones, almacenar en papel emulsionado con bromuro de plata un guiño, un temblor, un alma prendida de los detalles de su portador.



De profesión comercial, este catalán afincado en Vigo (Galicia) desde 1959 hasta su muerte en 2009, compaginó la pintura y el dibujo caricaturesco con una fotografía también caricaturesca, en la que recogía, las contradicciones propias de la sociedad en que le tocó vivir. Una sociedad oprimida por el régimen franquista que se desquitaba del corsé de la religión y la política en ocasiones tan contadas como los carnavales. Una sociedad contradictoria, en la que si enfrentamos sus obras sobre la Semana Santa y Carnaval, podrían ser perfectamente intercambiables. Sólo un pie de foto con la fecha y el lugar nos permite saber que estamos enfrente de un carnaval de final de siglo en Vigo y no en una semana santa de mediados de los cincuenta en Sant Boi de Llobregat. Y es que como él mismo decía
El hombre se expresa mucho más directamente en momentos en los que las precoupaciones y las emociones hablan a través de la piel... Esa fuerza expresiva es la que hace que las fotos de carnaval puedan parecer de Semana Santa y que los ritos funerarios puedan parecer un carnaval
(Ricard Terré, Ricard Terré. Obras Maestras. Fundación Barrié)

Semana Santa 1957, Barcelona

Cazador de almas a través de un objetivo podemos disfrutar de una retrospectiva en 120 fotografías de su obra desde el 20 de Mayo hasta el 30 de Octubre en la Sede de Vigo de la Fundación Barrié (con la colaboración de La Fábrica) en Ricard Terré: Obras Maestras, exposición comisionada por Chema Conesa.