viernes, 24 de septiembre de 2010

Cosas del mundo (I): retretes

Llamadme ingenua, inmadura, poco cultivada. Todo eso es cierto. Es la primera vez que estoy tan lejos de casa (y eso que me encuentro en un país culturalmente afín a España) y todo me sorprende. Cualquier nimiedad. Pero, como bien dicen por ahí, el conocimiento es poder, y yo cada día conozco más y más. En menos de un mes he aprendido mucho más de lo que hubiera conocido estando en casa o en Santiago. Ahora sé cómo poner una lavadora que funciona con tarjeta prepago. Y también he aprendido que no soy capaz de generar tanta ropa sucia como para llenar dos horas y treinta minutos de coladas a 20 kroners lavado, ni tan siquiera pidiendo ayuda a mis compañeras de piso.

Sin embargo, lo que hoy he aprendido, gracias, ¿cómo no?, a Internet y a la gran enciclopedia colaborativa, es que, incluso en lo más básico, los occidentales nos diferenciamos de los otros 2/3 de población mundial, para bien o para mal. Hace un par de días, buscando información de viajes sobre Escandinavia me encontré con un palabrejo que no entendía: squat toilet y para saciar mi curiosidad, me dirigí a la gran fuente de todo conocimiento (sí, de nuevo la Wikipedia) y en ella hallé la luz que disipó la oscuridad de todas mis preguntas:


Créditos


Lo que para nosotros es algo tan natural como entrar al cubículo del retrete y sentarnos tranquilamente a hacer nuestros menesteres, no es tan común como habitualmente parece. Más allá de Estados Unidos, Sudamérica y Europa Occidental el funcionamiento es muy diferente. Además de no compartir, en general, la tradición del uso del papel higiénico. En un gran número de países, ese bien tan imprescindible para nosotros se substituye por agua (corriente en el mejor de los casos) y por el uso de la mano izquierda. Por ese mismo motivo se considera tan políticamente incorrecto al Este de Europa Central el no ofrecer la diestra cuando se saluda a alguien. No obstante, nada de esto debería resultarnos tan desconocido, ya que el retrete, tal y como nosotros lo conocemos, no fue introducido en la (alta) sociedad (británica) hasta entrado el siglo XIX, así que tampoco deberíamos sorprendernos tanto ni dar por hecho que en el resto del globo las cosas funcionan como aquí.


Es de destacar además, que la postura corporal necesaria para usar este tipo de retretes difiere un tanto de aquella a la que estamos acostumbrados. El ángulo de nuestros órganos internos cambia al situar los pies en su respectivo lugar, facilitando la expulsión del contenido de nuestros intestinos. Quizás por eso es considerada la postura más natural para defecar, existiendo corrientes médicas y científicas que la recomiendan en lugar de nuestro habitual ángulo de 90º.


Yo no recuerdo haber probado nunca uno de estos, pero, sea como sea, ahora sé que esperar cuando salga de casa y me dirija en la dirección opuesta a donde ahora me encuentro (algo que sé que sucederá en no mucho tiempo, espero)


Squat Toilet (Wikipedia, en inglés)
Historia del retrete (Wikipedia, en inglés)
Manual de uso de squat toilet (inglés)


Debo añadir, además, algo que me ha sorprendido de los aseos en la Universidad de Aalborg, algo que he comentado con otros compañeros de otras nacionalidades (europeos, eso si) y que también es diferente en sus respectivos lugares de origen. Aquí, por raro que a mí me pueda resultar, los baños no están separados por sexos. Se trata simplemente de cubículos individuales, totalmente cerrados, que incluyen un lavabo, luz y espejo. Leyendo por Internet (el cual parece ser ultimamente mi gran amigo a la hora de resolver mis grandes dudas existenciales), el posible motivo de este hecho es evitar los problemas de género e identidad que pueden surgir a las personas transexuales a la hora de usar estes servicios. Siendo compartidas las instalaciones, nadie debe preocuparse de estar entrando en territorio del sexo opuesto, o sentirse incómodo por no encontrar un letrero específico para su caso particular. He de decir que nunca me había parado a pensarlo, pero desde luego, es un punto más que se han ganado los escandinavos en mi escala personal.

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