Sinceramente, y desde mi vocación profesional, en ocasiones preferiría vivir después del apagón, donde no llegara el amarillismo, la sangre, las vísceras ni el ultrarrealismo. Donde primara la información veraz y no el número de ventas. La redacción ideal sería aquella en que se escogiera un tema por ser una buena noticia y no una repetición catatónica de una crisis mil y una veces temida y anunciada.
A veces, y solo a veces, preferiría la ignorancia.
O Vicedo, 18 de agosto 2012
A veces, y solo a veces, preferiría que el nevado de mi pantalla no cesase nunca.
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