sábado, 18 de diciembre de 2010

Nunca es tarde si la dicha es buena...

Está sentada en la cama. Apoya la cabeza contra el cabezal y suspira. Las cosas están... están... están... del revés. Como siempre. Nunca las ha recordado del derecho. Nunca ha encontrado el manual. O si alguna vez ha llegado a pasar apuradamente sus páginas, éstas siempre estaban en coreano. Ha apagado las luces, vuelven a hacerle daño en los ojos. Cada sábado se olvida de lo mal que le sienta a su estómago el tequila. Ahora sólo hay un latido constante en su frente, unos ojos pegajosos y una llamada que no quiere hacer. Sabe que esto es lo que sucede cuando apagas el móvil durante el "día de las llamadas". ¿Quién narices estipuló internacionalmente que tiene que existir un día, un momento, un segundo, en el que tienes que hacer esa llamada? La noche anterior, entre chupito y chupito, se había sentido liberada, al menos durante un rato. No había trabajo, no había obligaciones, rutinas auto-impuestas, memorándums o acuerdos que firmar. Sólo ella, sus amigas y la música. Y luego, como siempre, al amanecer, los remordimientos.

Enciende el móvil sin querer ver el resultado. Siete llamadas perdidas comienzan a vibrar en su mano. Todas del mismo número. Aunque no quiera admitirlo, se lo esperaba. Sabía que iba a suceder. Y aún así escogió desafiar a la rutina. Busca el número en la agenda. Pulsa el botón verde y lamenta no tener a mano un cigarro. Sabe que lo va a necesitar.

-Ehm... ehm... hola.... si... soy... soy ... yo... he visto tus llamadas... anoche no tenía batería... ¿Como estás?
-Bueno, ya sabes... lo de siempre, trabajo, carrera... exámenes... lo típico... Te noto ausente, ¿estás bien?
-Si...yo... como siempre... ya sabes... oficina, papeleo... también... también lo de siempre. Pura rutina.
-¿Seguro que estás bien?
-Bueno... podría ser... puede que...puede que non esté del todo... como debería.
-...
-He... he... tenido uno de esos ataques de pánico en mitad de la noche. Anoche me desperté a las cinco. Sudando. Sin saber donde estaba. Sólo sé que lloraba. Y que sentía que nada estaba en su sitio... que ... todo... todo había cambiado.
-...
-¿Sigues ahí?
-...
-¿Oliver?
-Bueno, sabes que tener pesadillas no es extraño. Además, últimamente tu trabajo te está exigiendo demasiado. Pero...
-...¿Pero?...
-... es cierto que las cosas han cambiado...
-...
-Todo ha cambiado.
-...¿Todo?...
-Todo.
-Entiendo.
-Preferiría habértelo dicho anoche, no hoy, cuando sé que tu resaca monumental y tu mono de tabaco te impedirán apreciar mis motivos.
-Disculpa, pero no hace falta que dudes de mis capacidades intelectuales sólo por que estés rompiendo conmigo un domingo.
-Comprendo. En fin... cuando quieras... puedes pasarte por casa y recoger tus libros y cd's
-No te preocupes, te avisaré con antelación. Hasta pronto.


Definitivamente no era como ella había esperado que fuera. Pero había sucedido. Por fin. Ya no tendría que preocuparse más por cumplir con lo que se supone que una buena novia debe cumplir. No más domingos de restaurante con sus suegros, no más exposiciones de arte moderno que sólo le revolvían el estómago. Adiós a escuchar música clásica los sábados por la noche en el sofá, bajo una manta de lana merina con una copa de vino tinto. No más arrumacos de salón en penumbra como preámbulo de un sexo descafeinado y puntual. Se había liberado. Y así es como debía sentirse, liberada. Se levanta de golpe de la cama, con una energía renovada, impropia de un domingo de resaca. Ha recordado que en el cajón del escritorio aún se esconde una cajetilla. Se sienta con esa energía mal contenida de quien sabe que en pocos segundos conseguirá controlar los latidos de su corazón a base de malos vicios. Saca un cigarro y lo enciende mientras suspira.

Tras la primera calada levanta la vista para encontrar el patio de luces vacío y a oscuras. Fin de semana. Todo el mundo en el cine, fuera de casa o durmiendo la siesta. Menos el vecino del 4º. Ese que se pasa la vida estudiando. Su flexo es lo único que ilumina los tendales. Sonríe. Ella también fue así cuatro años antes, en el último empujón de la carrera. Sin saber bien por qué enciende su flexo y sigue fumando en silencio. Ahora dos luces iluminan una tediosa tarde-noche de domingo.

Inspiración. Espiración. Inspiración. Espiración. Una nube de humo comienza a nublar su lámpara pero ella sigue mirando fijamente a la ventana de enfrente, como esperando una señal. Una señal que no ha llegado en todo el tiempo que lleva viviendo en este bloque. En el 4º la luz se apaga. Ella, decida a no dar su brazo a torcer, continúa impávida, apurando hasta el último momento la colilla. 10 segundos, 20 segundos, 30 segundos. La luz vuelve a encenderse. Ella sigue concentrada en la otra ventana. Algo ha cambiado. Desde el otro lado del cristal siente una mirada penetrante. Es su turno y lo sabe. Nunca ha jugado a esto antes, pero algo dentro de ella la impulsa a apagar su flexo. 10 segundos, 20 segundos, 30 segundos. Enciende su lámpara de nuevo. Él sigue ahí, con su lámpara encendida. La misma postura. Se miran. Se leen el pensamiento.

.... .- ... / - .- .-. -.. .- -.. --- / -.. . -- .- ... .. .- -.. ---

-. ..- -. -.-. .- / . ... / - .- .-. -.. . / ... .. / .-.. .- / -.. .. -.-. .... .- / . ... / -... ..- . -. .-


Una tarde noche de domingo es tan buena como cualquier otro día para comenzar nuevas tradiciones.



Créditos:

-O. y O. por la idea, probablemente cedida de forma inconsciente en conversaciones banales.
- Traductor Morse

viernes, 10 de diciembre de 2010

O problema de sobrepasar o 130 e non sabelo

Reportaxe realizada orixinalmente para a asignatura "Xornalismo Especializado" (Universidade de Santiago de Compostela) en maio do 2010. O proceso de documentación e serie de entrevistas levouse a cabo conxuntamente con Belén Castro e Alba Lago.

Máis do dous por cento da poboación mundial posúe altas capacidades intelectuais. Esa é a porcentaxe aproximada dos que se atopan na vertente dereita da Campá de Gauss, dos que se consideran fóra da desviación típica media. A Campá de Gauss adoita servir para exemplificar como funciona a distribución normal dunha característica específica entre os membros dunha mostra determinada. Neste caso a media do Cociente Intelectual (CI), a intelixencia típica, está marcada por estándar en 100. Os que alcanzan, ou sobrepasan, o 130 reciben a denominación de “superdotados”, e son aproximadamente ese dous por cento das estatísticas. Pero a realidade di que a maior parte das persoas con altas capacidades intelectuais permanece oculta á vista pública, sen ser nunca recoñecida por profesionais como o que é: superdotada. A comprobación desta característica resulta ser un asunto tecnicamente complicado. Non é, como se acostuma pensar, só pasar un test de intelixencia, demostrar que existe capacidade de asociación para seleccionar a figura correcta nunha serie de formas xeométricas. No momento actual na nosa comunidade, tanto dende os gabinetes psicolóxicos privados como dende os Equipos de Orientación Específicos (EOE), –un órgano dependente da Consellería de Educación especializado en dar soporte aos colexios e institutos galegos en materia de intervención e axuda psicopedagóxica- inténtase apostar por un modelo integral na detección de altas capacidades intelectuais que inclúa a creatividade, os hábitos de traballo e a motivación, e, por suposto, a capacidade intelectual que cualifican as probas de CI. O Modelo Renzulli racha cos típicos tests de intelixencia, pero a pesar de que xa en moitos casos se emprega, o resultado segue a ser o mesmo: non se alcanza a diagnosticar a ese dous por cento. Mais non só Galicia sufre de falta de detección de persoas -especialmente grave é o caso dos nenos- con altas capacidades intelectuais, toda España está acusando a perda de potencial intelectual, a fuga de cerebros non é hoxe unha realidade allea ao contexto nacional, máis ben é unha tara da que profesores, psicólogos e familias se queixan cando se fala de superdotación. Ante a pregunta de “¿Por que non se recoñece a ese dous por cento a realidade das súas capacidades intelectuais?” as respostas son variadas, pero todas inciden nalgo común: os problemas máis graves están na detección e identificación.

A fórmula máxica: formación, recursos e protocolo

A identificación de nenos e adolescentes superdotados é de por si complexa por tratarse dun momento complicado na súa formación como persoas, tanto emocional como intelectual, pero aínda así, é nestas idades cando máis beneficioso para a persoa resulta descubrir que ten altas capacidades, dese xeito poderá desenvolverse intelectual e emocionalmente de acordo ás súas necesidades específicas.

Pero a diagnose da superdotación non é sinxela e dende diferentes colectivos implicados no tema asegurase que o problema máis destacado para realizala correctamente está na formación. Na de orientadores e profesores. Algúns orientadores confirman que a súa formación no tema da superdotación se debeu ao propio interese, a ser, dalgún xeito, autodidactas. Pero estes casos, admite Rubén Silva Loureiro, pedagogo pertencente á Asociación de Pedagogos de Galicia (APEGA), son os menos. Rubén sinala, tal e como o fai Carmen Pomar Tojo, Directora da Unidade de Investigación e Estudos sobre superdotación da Universidade de Santiago de Compostela (USC), que o único contacto que moitos futuros orientadores terán coa temática das altas capacidades intelectuais está no temario de oposicións, nun só tema, que pode nin chegar a saír no seu exame. Mesmo na carreira non se trata directamente a superdotación, asevera o pedagogo. Carmen, que tamén imparte clases na Facultade de Psicoloxía de Santiago de Compostela, sinala directamente, que nos plans de estudo adaptados ao Espazo Educativo Superior Europeo non hai unha materia específica sobre sobredotación e se este contido se engade é en base á vontade de cada un dos profesores.

Non obstante, a falta formación non é o único problema ao que se enfrontan os profesores e orientadores á hora de detectar a presenza de nenos con altas capacidades intelectuais nas súas aulas. Dende o propio Equipo de Orientación Específico da Xunta de Galicia sinálase unha gran falta de recursos humanos e técnicos para cubrir as demandas de todos os colexios de Galicia. Neste momento existe un destes equipos en cada provincia, formado cada un deles por unha persoa. Isto non resulta suficiente se comparamos o número de alumnos de educación obrigatoria de cada unha das provincias: o 80% dos estudantes de primaria e secundaria están repartidos entre A Coruña e Pontevedra. O 20% restante atópase dividido entre Lugo e Ourense. Debido a esta falta de recursos a resposta directa destes equipos externos aos colexios é en moitas ocasións máis lenta do que sería psicoloxicamente recomendable para o alumno. Porque non se debe esquecer en ningún momento que o proceso de detección da superdotación inflúe, para ben ou para mal segundo se desenvolva, nos nenos.

Dende o Equipo de Orientación Específico da provincia de A Coruña resáltase un último piar onde se debe, aínda que polo momento non se fai, afianzar a detección das altas capacidades: un protocolo de análise común. Hoxe en día a falta dunhas normas establecidas que permitan establecer unhas rutinas de detección estandarizadas é outra das grandes eivas que sofren en primeira persoa aqueles que teñen altas capacidades. En cada centro as probas de capacidade intelectual realízanse dun modo diferente, o que pode levar a diversos resultados para un mesmo neno dependendo do tipo de tests que se apliquen. Isto non fai senón complicar un proceso que de por si é laborioso e esixe gran dedicación. Luís Rodríguez Cao, o especialista en sobredotación intelectual do EOE da Coruña, afirma rotundamente, que pese a que existe comunicación directa entre os catro equipos galegos, e polo tanto aplican procedementos similares, a necesidade dun protocolo xa está a ser debatida na Xunta de Galicia, pero aínda non hai ningún avance significativo, polo de agora non existe, por tanto, un protocolo común formal para detectar aos rapaces con sobredotación. Tanto Rubén como Carmen ou Luís, non obstante, coinciden nun punto crítico sobre estes protocolos: debe tratarse en todo momento de “protocolos de mínimos” xa que o que se busca con eles é un funcionamento coordinado entre orientadores, colexios e EOE’s, pero coa suficiente liberdade e flexibilidade como para poder adaptarse ás necesidades específicas de cada alumno, evitando que o que ía ser unha mellora da situación se converta nun “corsé”.

A fórmula do éxito na avaliación e correcta educación dos nenos aos que se lles presupoñen altas capacidades intelectuais parece sinxela: formación dos orientadores+recursos técnicos e humanos+ protocolo común. Pero os feitos demostran que lograr identificar a ese dous por cento da poboación non é tan doado como semella.



Crecer sen saber o bo que es

Está claro que as fórmulas máxicas funcionan en poucas ocasións, case en ningunha. E se como é o caso galego, no que aínda non existe ningún protocolo común, por moito que as leis conteñan o presuposto de que cada colexio debe ter unha folla de actuacións para as necesidades especiais dos seus alumnos, a situación non pode mellorar da noite á mañá. Isto sábeno de primeira man moitos pais de alumnos e alumnas da educación obrigatoria galega que sufriron, e están a sufrir, as dificultades que se presentan á hora de identificar a capacidade intelectual dos seus fillos.

Os casos de colexios nos que os orientadores se negan, tácita ou explicitamente, a aceptar que algúns dos alumnos que se lles remiten poidan ser superdotados non son estraños na nosa xeografía. Os motivos que se alegan dende os centros educativos poden variar, algúns pais de alumnos potencialmente superdotados teñen oído cousas como “O colexio ten moitos problemas con outros nenos como para preocuparse destes” (referíndose a dúas nenas ás que xa se lles recoñecera dende o Equipo de Orientación Específico a sobredotación). Os pais que sofren a negación dunha atención específica aos seus fillos consideran que un dos grandes problemas aos que se deben enfrontar non é o outro que á sociedade e ao concepto que nela se ten da sobredotación intelectual. Segundo eles, é común pensar que como un rapaz ou rapaza é superdotado non precisa de axuda á hora de estudar, crese que vai saber todo sobre calquera tema que se lle presente polo simple feito de ter unhas capacidades de aprendizaxe maiores que as dos seus compañeiros.

Un destes pais, Octavio, quéixase abertamente de que dende os colexios nos que as súas fillas estudaron se prestaba unha maior atención aos alumnos que sofren deficiencias –algo que considera moi positivo e, dende logo necesario- que aos que son superdotados. Octavio cre que este é un dos principais puntos que debe cambiar, na súa opinión debe entenderse que a sobredotación intelectual conleva tamén unhas necesidades específicas na educación. Unhas necesidades que el non ve cubertas, en xeral, polo sistema educativo galego. Pero non é el o único pai que tivo que sufrir lentos e infrutuosos procesos, nos que máis semellaba que loitara contra o colexio, para lograr que se admitira a situación dos seus fillos e se puxeran en marcha as adaptacións necesarias para lograr mellorala. Tanto Berta como Ana pelexaron, e non só no sentido metafórico da palabra, con orientadores, profesores e pais de outros alumnos para que finalmente se levaran a cabo as medidas proxectadas polos Equipos de Orientación. Medidas que nalgúns dos casos chegaron tarde, foron insuficientes ou, directamente, resultaron mal aplicadas, dando lugar a máis dores de cabeza das que curaban. E é que, como Carmen Pomar puntualiza, en moitas ocasións o neno acaba sendo “un campo de batalla” no que dun lado tiran os pais e do outro os profesores, danando máis ao rapaz que axudándolle a comprender e asimilar as súas capacidades.

A cara e a cruz da moeda

Mais non todo son puntos negativos á hora de falar da superdotación en Galicia. Debe quedar patente que existen certas iniciativas, non procedentes do goberno autonómico iso si, que facilitan a vida, intelectual e social, dos nenos con altas capacidades intelectuais da nosa comunidade. E é que como ben resaltaba Jorge Mira, o encargado das admisións na asociación de superdotados MENSA na súa sección española, as persoas con altas capacidades son como calquera outro ser humano. Non se trata de extraterrestres nin dunha evolución superior da raza. Atopámonos ante nenos e nenas que xogan, se divirten e queren aprender, como todos. Por iso é tan importante que se rompa o tópico da falta de socialización que pode darse entre eles e o resto dos compañeiros, ou a presión e o acoso que poden sufrir dende o seu entorno escolar. Unha destas iniciativas punteiras en Galicia é a Asociación das Altas Capacidades (ASAC) que funciona como un proxecto de ampliación extracurricular para rapaces superdotados. Nesta asociación os nenos con altas capacidades teñen a oportunidade de socializar entre iguais mentres reciben cursiños sobre os temas que máis lles gustan (que poden ir dende a astronomía á arqueoloxía ou á arte contemporánea). Ao mesmo tempo os pais teñen acceso a grupos de apoio e a unha “escola para pais” na que os psicólogos da Universidade de Santiago de Compostela lles achegan consellos á hora de tratar as situacións específicas que se xeran no día a día dos seus fillos adolescentes.

Se ben esta asociación non é a única destas características que existe en España si o é na nosa comunidade, e dende ela, non deixa de pedirse que aumente a visibilidade da superdotación e das súas necesidades educativas, outro dos puntos clave desa fórmula máxica que, se fora realmente aplicable, faría que se cumprise a estatística do dous por cento da poboación con altas capacidades intelectuais.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Y entonces comprendí

aquel viejo slogan de Pirelli. En casos como este, ciertamente,
la potencia sin control no sirve de nada.


Pista de patinaje sobre hielo en Obels Plads, 27/11/2010

domingo, 21 de noviembre de 2010

Cacahuetes

El viernes, nada más comenzar nuestra visita guiada a Randers Regnskov me quedé prendida de él, de este animal, cuya raza ni sé, y de su mirada.

Podíamos leer en ella paciencia, desgana y puede que indiferencia. Los flashes saltaban sin parar, su pose los atraía. Sus ojos tristes también. No se movió ni un milímetro. Aguantó estoico la avalancha de ojos automáticos, de luces y murmullos de excitación. Nosotros eramos los cazadores, esperábamos un gesto, una mueca, una monería. Por que... ¿a quién no le han dicho que los monos lo que hacen es eso, monerías?. No se cumplió nuestro deseo. Nos ignoró. Y nosotros le ignoramos a él cuando treinta segundos después un primo lejano de los antílopes se cruzó en nuestro camino y nos miró con una mezcla de desgana y temor de cervatillo asustado. El primate había pasado a la historia. Había tenido sus treinta segundos de atención, aferrado a sus barrotes, quizá sabiendo ya que nunca podrá romperlos. Un esclavo de su propio destino.
Aunque nosotros, los evolucionados, nótese el sarcasmo, humanos estemos de este lado de la verja, armados con nuestras cámaras fotográficas e Iphones de última generación, estamos igual de atrapados que él. Pero al menos el lo sabe. Las personas no somos conscientes de que hemos sido nosotras mismas quienes hemos escogido nuestra prisión, nos hemos encerrado tras el tragaluz y hemos tirado la llave al foso de los cocodrilos. Hoy por hoy, en las sociedades occidentales el 90% de nosotros pertenece a una, cuando no más, red social. No se trata solo de que la usemos para comunicarnos con nuestros familiares, con nuestros primos de América o con aquellos amigos a los que el trabajo ha enviado a la otra punta de Europa. Nosotros también esperamos nuestra ración diaria de atención, la deseamos, la necesitamos. Para algunos se ha vuelto una adicción, algo casi fisiológico, el saber que cada foto que suba, cada estado que actualice, cada vídeo que comparta recibirá un comentario de alguno de sus 500 contactos, o, al menos, un"me gusta" que no implica para nada que esto sea verdad. Facebook se ha convertido en nuestros 15 minutos de gloria. Al igual que el mono de la reserva tropical, nos sentamos a esperar a que alimenten nuestro ego, a que nos lancen un par de míseros cacahuetes al día. Con un "ehyyyyy" en nuestro tablón y una nueva petición de amistad cada 15 días nos es suficiente para sobrevivir un par de semanas más. Luego subiremos alguna foto que demuestre lo amplia que es nuestra vida social "real" y el círculo se cerrará.
Como siempre, y así es como debe ser, hay voces que se levantan contra la dictadura de las redes sociales, pero es entonces cuando nos sumimos en la tremenda paradoja que conllevan: Si perteneces a ellas, a cualquiera de sus variantes (exceptuando quizás las más especializadas redes laborales) estás siendo manipulado por la cultura de masas y utilizado por un organismo más grande y poderoso que cualquiera de nosotros para proporcionar datos a las compañías que usarán para manipular a su vez nuestros gustos y necesidades. Pero, por otro lado, si no perteneces a ellas, reniegas de sus contenidos y de su utilidad, dejas de pertenecer al "mundo real", o lo que ahora, por desgracia, entendemos por mundo real, y tus ansias de reivindicar tu individualidad se convertirán en tu peor enemigo, no serás nadie, nunca más.
Hacía tiempo que no se me planteaba una decisión tan difícil, porque.... después de todo, navegar entre dos aguas tampoco es lo más recomendable en los tiempos que corren.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Usos (reales?) del facebook

Navegando por la web de Periodismo Humano me he encontrado con esto, sin palabras me han dejado, sobre todo porque, tercera edad o no, la vida es así (al menos en mi España)







Fuente: Periodismo Humano: Para que sirve el Facebook de Águeda

lunes, 15 de noviembre de 2010

Mentiras y, ¿verdades?

-El camino hacia bajo es muy largo.-Tenía una voz bellísima, suave y potente.

-Pues sí.-Simón miraba hacia los diminutos tejados de Hayholth, diseminados a sus pies.

-No me refiero a eso.-Su tono era ligeramente burlón-. Me refiero a abajo, donde está la verdad; abajo de todo, donde reside el origen de las cosas.

-No comprendo.-Se sentía ligero, como si el próximo soplo de viento pudiera llevárselo de allí revoloteando como una hoja. Tenía la sensación de que sólo la mano del ángel lo retenía.

-Desde aquí arriba, los asuntos de la tierra se ven pequeños. Es una de las
maneras de verlos, y es válida, aunque no la única; cuanto más abajo, más
complicados de comprender pero también más importantes. Tú tienes que bajar
mucho.

[....]

-No es tan fácil.-Se dio media vuelta y se elevó poco a poco hasta su plinto
sobre el tejado de la torre-. Si puedo volver, volveré. Hablamos con claridad de lo que es menos importante, pero las verdades fundamentales se hallan en las entrañas, siempre en el interior. No se dan, tienen que buscarse.




pp203-204






-En realidad es una especie de magia..., posiblemente la más poderosa de todas -prosiguió- Estudia esto si quieres comprender el poder, joven Simón. No te llenes la cabeza de charlatanería sobre fórmulas y encantamientos. Comprende como las mentiras nos dan forma, dan forma a los reinos.


-¡Pero eso no es magia!- arguyó Simón, prestándose a la discusión a su pesar- Eso no hace nada. La verdadera magia permite..., no sé, volar, convertir un montón de basura en oro, como en los cuentos


-Pero los propios cuentos suelen mentir, Simón, los malos sobre todo.-El doctor limpió sus lentes con la amplia manga de su túnica- Los cuentos buenos cuentan que el mayor horror es enfrentarse a la verdad. No existe talismán ni espada mágica tan potente como la verdad.



p307






La torre del Ángel Verde (parte I). Añoranzas y Pesares, libro III (Tad Williams)

Edición: Timun Mas

Año: 2000.



*Os resaltados son meus


Cousas do karma, supoño...

domingo, 7 de noviembre de 2010

Mojn (Allá donde fueres, haz lo que vieres)

Las pequeñas aldeas son un mundo aparte. Todos lo sabemos. La ley de la ciudad no se aplica Todos los vecinos nos conocemos, hemos visto nacer, crecer y morir a la familia que vive en la casa de al lado. Los negocios han estado ahí desde siempre, y confiamos en que siempre lo estarán. Nos sabemos de memoria el nombre de las vacas, cerdos y gallinas de los vecinos, tenemos nuestras pequeñas costumbres, como el colgar la colada de un determinado modo. Todo es idílico. Vecinos cordiales, vivir sin estar pegado al reloj y al silbato del metro, naturaleza en estado puro, benigna y desbocada a un tiempo. La comunidad perfecta, podría ser una utopía fabiana. Pero no lo es. Pues todo núcleo humano, por pequeño que sea, contiene en su interior la mayor de las degradaciones posibles, la de la propia alma y espíritu. Nadie está a salvo, ni el párroco, el médico o el alcalde. Y menos que ninguno de los habitantes cuyas raíces ahondan en el pantano, el nuevo y recién llegado policia.


(Trailer americano de Frygtelig lykkelig (2008))

Así comienza Frygtelig lykkelig (2008), con la llegada de un policia a una pequeña y pacífica aldea del Sur de Jutlandia, una localidad en el que todos se saludan con un breve y sonoro "Mojn", que significa tanto "hola" como "adios". Copenhague, su anterior lugar de residencia, no comparte ningún parecido con el pueblo en el que deberá pasar los próximos meses, hasta recuperarse del, en principio desconocido, problema psicológico que le aqueja. Cuál no será la sorpresa de Robert al descubrir que nada, nunca, es lo que parece, y menos en las pequeñas aldeas.



Frygtelig lykkelig, un film noir que desde el primer momento captura nuestra atención con escenas típicas de western, como el duelo entre el nuevo Marshall y el cacique local para probar su resistencia mutua al alcohol, o de thriller pesadillesco, con la dulce e inocente niña Dorthe paseando un chirriante cochecito de muñecas en la fría y húmeda noche rural. Esta obra, basada en una novela de Erling Jepsen, nos encoge el corazón en un puño en algunas de las escenas más dramáticas, y ponzoñosamente humanas. No hay un exceso de sangre y vísceras, pero Frygtelig lykkelig no es apta para sensibles ni para aquellos que aún conservan su fe en la humanidad. Para todos los demás, cínicos, pesimistas, nihilistas y desengañados, noventa minutos de terrible felicidad.






martes, 2 de noviembre de 2010

lunes, 1 de noviembre de 2010

El día en que dejé de creer en los adultos

(o en su defecto en las figuras de autoridad)


Recuerdo el día en que decidí que nunca me haría mayor. Que nunca sería una adulta. No fue cuando descubrí que los reyes son los padres, aunque esa mañana empezó a correr sangre republicana por mis venas. Tampoco cuando comprendí que tener legalmente carné de conducir no te llevará a donde tú quieres llegar o que el poder elegir un candidato electoral, marcar con una cruz entre dos nombres cargados de, aparente, significado político, no cambiará el estado del país. Ni tan siquiera sucedió el día que dando una mano alguien mordió todo el brazo, o al entender la gran mentira que supone que quien más te está lacerando sea aquella persona que te dice que no te quiere hacer daño.

Con el paso de los años los rasguños en las rodillas tardaron más en curarse, las ojeras se hicieron más profundas, los dolores de cabeza menos intermitentes, pero yo seguía creyendo. Ingenuamente asumía que, con la llegada de la adultez, las cosas cobrarían sentido (algún sentido) y podría recapacitar, mirar atrás y conectar los puntos. No pude. Llegó el día en que cumplí la mayoría de edad legal en España (luego llegaría la mayoría de edad legal en Estados Unidos) pero no llegó con ello el buen juicio. En su lugar llegó la Universidad, Santiago de Compostela y algún que otro encuentro accidentado. Y fue allí, en Santiago, en mi primer año como futura periodista, cuando y donde descubrí que yo nunca, nunca, me haría mayor. No importarían los años legales, el carné de identidad o el renovar el permiso de conducir. Yo nunca sería como ellos.

Para mi los adultos siempre habían sido quienes tenían las respuestas (y también muchas de las preguntas). Siempre con la palabra adecuada, el gesto preciso y la solución a nuestras riñas de niños sobre si Spiderman podría ganar o no a Lobezno en un duelo a muerte. El resultado era siempre una onza de chocolate. Y todos tan contentos. Los adultos, en mi mente, entendían que la política no nos salvaría de la extinción, pero seguían hablando de ella, haciéndola, porque aún quedaba alguna esperanza.

Pero llegó la mañana en que todo se truncó. En medio de una clase teórica, estando sentados unos cien compañeros y yo, la puerta se abrió de golpe. El profesor se calló. Todos giramos la cabeza expectantes. Un hombre con una chupa de cuero y un pañuelo al cuello entró tropezando con los escalones del estrado. Balbuceó unas pocas palabras y se dirigió a la mesa del catedrático. Luego, desde esa privilegiada posición, comenzó a hablarnos a todos nosotros. Estaba borracho. Se podía percibir desde la última fila. Hacía señas extrañas a los alumnos, se acercó incluso a las primeras hileras de mesas. Mientras tanto, viendo que el hombre había captado toda nuestra atención y sabiendo imposible dialogar con él, nuestro maestro preguntó en voz alta si queríamos que ese sujeto abandonase el aula. No recuerdo la respuesta general. Estaba demasiado concentrada en no llamar la atención del “sujeto” desde mi tercera o cuarta fila. El profesor salió del aula. Cerró la puerta. Allí nos quedamos cien personas sentadas, escuchando hablar, cantar y casi destrozar el mobiliario a un lunático. No sé si los demás oyeron como la puerta trasera se abría o no. Solo sé que cuando volví la cabeza vi al profesor sentado en la última fila. Casi sonriendo ante las tonterías y payasadas de un pobre hombre sobre el estrado. En ese momento, justo en ese momento, sentí que el alma se me caía a los pies.

La persona que se suponía un modelo para nosotros, alguien mayor, adulto, con conocimientos académicos y sobre la vida, había preferido sentarse a contemplar como se desarrollaba la comedia antes que interrumpirla y continuar con el ritmo normal de las cosas. La única figura con poder en el aula había decidido dejar en manos de sus alumnos y de un lunático el resultado del encuentro. ¿Qué haría en cualquier otra situación que requiriese algo de “mano izquierda”, sentarse a que otro decidiera por él? (y no, no hablo de violencia)

Si los adultos en quien confiamos, aquellos que esperamos que representen nuestros ideales, nos protejan, nos guíen (aunque no nos dirijan como bueyes amarrados al arado) y aconsejen, deciden simplemente sentarse a ver pasar el mundo… ¿qué podemos esperar entonces de esos otros que sabemos que son (casi siempre) corruptos por naturaleza, dados a la manipulación mediática, a desvirtuar el sentido de las cosas y a hacer de la realidad una ficción Orwelliana? (sí, hablo de los políticos). ¿Cómo soportar que quien debe ejercer el poder, detener a los criminales, se siente a ver pasar las nubes y buscar unicornios en sus formas? ¿Y los jueces, usando su mazo solo para jugar al cricket?

No quiero hacerme mayor, no quiero ser una adulta, y menos aún una en un cargo de responsabilidad. No soy como ellos ni quiero serlo. No quiero que las personas que confían en mi buen hacer, mi experiencia vital y mi buena voluntad descubran que no hay nada. Que no he sabido crecer, asumir las responsabilidades de la edad y de un cargo tan serio como el de madre, educadora o hasta periodista. Quiero seguir siendo eternamente inocente, así, al menos, seré más feliz.

martes, 26 de octubre de 2010

Wish list

Quero un can verde e outro gato negro. Quero un novo e remodelado portal espazo-temporal. Quero estar aí e non aquí. Quero correspondencia tradicional e que o carteiro chame, polo menos, tres veces á porta do St. Th. Quero unha aperta que dure eóns. Quero unha toalla nova (a vella non serve nin para vendar feridas imaxinarias) . Quero levarte ao lugar onde vive a maxia e que iso non sexa Disneyland París. Quero ser unha princesa, pero só o tempo suficiente para mercar un vestido rosa, romper e mil anacos a miña tiara e botar de menos o fregar os pratos. Quero unha cámara de fotos que non detecte sorrisos (esa ferramenta non serve de nada cando sempre estamos finxindo). Quero ser quen garde o teu segredo máis escuro (despois de todo ti xa coñeces o meu). Quero mesturar a auga con aceite e facer delo unha pócema máxica que nos volva imbatibles. Quero pasar outro verán agardando avións, pero esta vez con final feliz. Quero ser a última persoa na que alguén pense antes de adormecer e a primeira ao espertar. Quero máis estracións de Adif-Renfe e pastillas Juanola no traxecto Santiago-Vigo, pero non quero facer ese camiño un 8 de Maio. Quero durmir sen soñar, ou soñar sen durmir (a orde dos factores non (me) altera os resultados). Quero recordar como se fan ecuacións de segundo grao sen necesitar manual de instrucións. Quero prender a fogueira de San Xoán no Cabo Norte e empregar como combustible o dicionario da RAG. Quero saltala 9 veces e que iso signifique que os demos non me sacarán danzar a madrugada do 24 (como xa tantas veces me sucedeu). Quero volver a Noruega e quedarme a vivir cos trolls, son feos e vai frío, pero non é unha opción tan descarriada como as que me levo imaxinando meses. Quero ter o pelo longo de novo e poder facer trenzas que me quenten as orellas. Quero poder comer xeado de vainilla con chocolate quente por riba (en Decembro). Quero facerme unha cunca de café con leite ben quente ao chegar das clases de Danés e tomala a sorbos ben curtos na compañía de Tad Williams. Quero deixar de roer as uñas e todos os meus outros malos vicios. Quero martes no Momo. Quero zulos de Avid. Necesito Ramón Cabanillas e poder volver decir (crendoo de verdade) que existir mola. Quero cre(ce)r. Quero regalar chocolates e compartir lakrids con quen teña o valor suficiente e se atreva. Quero que neve en Aalborg e tamén en Vigo. Quero volver falar galego o 99% das 26 horas dos meus días.

Quero ter unha variña máxica que cumpra os vosos desexos, os meus todos poden seguir agardando 8 meses máis.



Las manzanas de la redención

Una idílica parroquia rural en la que ex convictos y otros desechos de la sociedad pueden rehacer sus vidas. Un medio y un método para encontrar de vuelta el camino a la humanidad entendida como el buen observar de las leyes. Cuatro personajes sobre los que gira una sola trama. Cuatro desheredados de la civilización, cada uno con un motivo diferente. Un párroco al que la verdad puede matar, un inmigrante procedente de Oriente Medio cuya ocupación es atracar gasolineras como represalia a la ocupación militar de su país por parte de tropas estadounidenses, un ex tenista venido a menos con una adicción al alcohol y a las relaciones sexuales no consentidas. Y Adam, última incorporación al saldo de ovejas descarriadas de la parroquia. El crimen de Adam no es otro que pertenecer a un grupo de neo-nazis en la Dinamarca del SXXI. Su condena será convivir junto al párroco y sus otros pacientes y hornear un pastel de manzanas.

Ante los requisitos de Ivan, el extravagante y extraordinario párroco, Adam debe imponerse a si mismo un objetivo, una meta que cumplir. Un pastel de manzanas es la, aparentemente, solución más fácil. Un gran manzano, casi curvándose por el peso de la fruta, preside la entrada a la iglesia. El centenario árbol es el orgullo y honra de Ivan, quien día a día observa el progreso de la primavera en cada una de sus hojas. No obstante, las soluciones fáciles, en ocasiones no son las más acertadas. Y Adam, en sus propias carnes, comprobará que el idílico lugar en el que ha sido recluido no es más que otro agujero de miseria. Otra cloaca más donde el infierno puede desencadenarse con graznido de un cuervo y el lento asomar de un gusano a través de una manzana podrida.


Las manzanas de Adán (Adams ӕbler, 2005) funciona como laboratorio de desgracias y desgraciados bajo la estricta atención de un manzano. Lo importante no es en si la localización de las escenas, realmente solo encontramos tres escenarios en toda la obra: una carretera secundaria, la parroquia (con su manzano e iglesia) y un tétrico hospital de provincias. Lo que destaca aquí es la actitud de cada uno de los participantes en el juego de Ivan, en su proceso de reinserción social. Cada uno de ellos tiene una marcada personalidad, unos rasgos que, en todo momento, impedirían su convivencia con personas “normales”. Pero la charada debe continuar y todos fingen vivir en un mundo idílico, ser felices y comer perdices. El film funciona como un mosaico de historias entrecruzadas que nos enseña que la sociedad, en si misma, no está preparada para aceptar en su seno a quien se salga de la norma en lo más mínimo. La única solución que se ofrece a los disidentes es un mundo paralelo, un campo de reclusión, en el que la normalidad tampoco lo es tanto y las normas que rigen el comportamiento humano no son, en apariencia, otras más que la buena fe y unas gafas color de rosa.


Tanto la imagen como la música juegan a favor de una tensión continua que se resuelve en un final circular, quizás esperado, pero no menos impactante. Los primeros planos retratan fielmente emociones que no se describen con palabras y no son necesarias las lágrimas para lograr que, de un modo u otro, nos identifiquemos con el personaje que, probablemente, menos lo merezca. El bien y el mal también están representados en el tratamiento de la imagen y son recurrentes los picados y contrapicados, así como algún que otro plano general con el tenebroso manzano presidiendo el desarrollo de la pesadilla de Adam. A la estética, ya de por si tétrica, de la película, se añade, en los picos de tensión un Cristo crucificado que nos mira con desesperación o un espantapájaros tan mal diseñado que más parece una cruz esperando un condenado.


Adams ӕbler consigue mantenernos pegados a la pantalla durante más de una hora y media mientras una parte de nosotros se debate entre odiar a Ivan, sus métodos y su forma de ver la vida y la otra simplemente desearía poder vivir en un mundo irreal tan tranquilo como el suyo, por mucho que sea una gran y retorcida mentira, ya se sabe, bendita ignorancia.


-You could kill him by making him understand? (Adam)
-Yes, in theory… (Doctor)

-To know God you have to dance with the Devil (Ivan)




(Subtítulos en inglés)

sábado, 16 de octubre de 2010

Oito segredos numerolóxicos

Cóntame un segredo. Algo que ninguén, ninguén máis saiba. Non ten porque ser nada realmente especial. Nada escabroso. Nada escuro. Pero algo único. Algo só para min. Algo que brille de noite como un vagalume incombustible. Algo que aínda que peche os ollos non poda sacar da cabeza. Cóntame algo que nos una para sempre. Unha historia que comece polo final e non teña principio. Desas que (sabes) non me deixan durmir. Atrévete a facerme estar esperta un mes, coñeces a maneira. O insomnio non é un problema de cando en cando, ata senta ben se sabes como aceptalo. Nestas trinta e unha madrugadas de outubro poderemos debuxar xuntos sobre o teito (ese tan branco do que sempre renegas) trinta e dúas maneiras de cruzar o escenario. E todas, todas e cada unha delas, serán nosas. Só nosas. E funcionarán como a máis enxeñosa engrenaxe. Farannos crer que cando saiamos de escena non todo rematará, haberá un epílogo, segunda e terceira parte, nunca un punto e final. Cóntame un segredo, deses que funcionan como banda sonora de toda unha vida de recordos. Por favor.

jueves, 14 de octubre de 2010

No exit

Respiras. Coges aire. Intentas llenar los pulmones con algo parecido a oxígeno. No demasiado puro, por favor, te llega con lo absurdo de tu vida como para, aún encima, tener, ¡justo ahora!, un subidón. Duele. Quema. Sientes como, partícula a partícula, el gas se introduce en tu organismo. Nariz, boca, garganta y descendiendo. Tiemblas. No sientes los dedos. Intentas doblarlos pero hace demasiado frío. Los miras. Subes tu mano a la altura de los ojos y bizqueas. No consigues ver nada. Borrones. Nubes. Estrellas y lucecitas. Nada más. Desistes. Dejas caer los brazos. Peso muerto. Como todo ahora mismo. Te decides a dar un paso más. Te contorsionas hasta alcanzar el bolsillo más recóndito de tu mochila. Deslizas, a tirones, la cremallera. También ella parece congelada. Logras crear un hueco lo suficientemente grande como para introducir tres dedos. Sabes que debería estar ahí lo que buscas, también hoy. ¿También hoy? Rebuscas con dos dedos mientras sigues caminando. Al final deberías llegar a algún lugar (des)conocido, eso sería, definitivamente, lo mejor. ¡Lo encontraste! Con dos dedos sacas el móvil y lo enciendes. Mientras la pantalla parpadea y tu mano vibra dudas. Siempre dudas. ¿Qué teléfono marcar? Sabes, muy dentro de ti lo sabes, a quién llamar. Te sabes de memoria los 9 números que necesitas para hacer esa llamada de socorro. Pruebas. Tres dígitos. Vuelves a dudar. La pantalla se apaga y tienes que volver a empezar. Suspiras. El oxígeno que tanto incendió tus pulmones vuelve a su hábitat natural. Marcas de nuevo. Tres dígitos. Uno. Fem. Dos dígitos. 9. Fem. Y ahora, ¿qué? Da tono. Y mientras tanto tú esperas, sigues esperando. Has llegado al mar. Se abre ante ti el muelle. Como todos los días. Como cada mañana. Inspiras. El aire ya no quema. Ahora es como tragarse todo ese hielo que nunca quitas de la pared trasera de tu nevera en un solo bocado. Un tono, dos tonos, diez tonos. Cuelgas. No hay manera. Sólo queda una opción, aunque reniegues de ella. Rebuscas en la agenda de contactos, desesperado. Estás intentando localizar el único número al que nunca, bajo ningún concepto llamarías. Es vender tu alma a Satán, pero ¡diablos!, lo necesitas. Lo necesitas aquí, lo necesitas ahora, lo necesitas ya. Has subido y bajado por toda la agenda. A, B, C... X, Y, Z... y no está. No está en el lugar que le correspondería. Entrada 119/133. ¿Por qué no está? ¿ A quién llamas cuando la única persona cuya voz quieres escuchar no está en tu rango de alcance espacio-temporal?. Suspiras de nuevo. Siempre se te olvida que cada año nuevo prometes lo mismo, no volver a tropezar con la misma piedra, evitar el callejón que sabes, de antemano, no tiene salida.


Danmarksgade, 09/10/2010

...Y entonces me desperté, recordando que hace diez meses borré esa entrada de mi agenda de contactos. Mis motivos tenía, ni dormida ni despierta se me olvida.



domingo, 10 de octubre de 2010

Nocturno I

A vida non ten sentido, nunca o ten. É só unha coleción de momentos que unimos con saliva, soños e pestanexos pensando que así será moito máis doado seguir respirando. (Como nos enganamos)

jueves, 7 de octubre de 2010

La noche del heraldo

Leyendas. Susurros. Noches de niebla y viento. Galicia, Castilla y León, Asturias y Extremadura. Encrucijadas de caminos rurales presididos por grandes cruceiros de granito y petos de ánimas. El crepúsculo que poco a poco se adueña del bosque hasta sumirlo en la más completa oscuridad. Ramas desnudas de hojas que parecen dedos acusadores. Raíces que se yerguen del suelo para hacernos tropezar y besar el barro.

Y entonces comienza el temblor. Se eleva el rugir del viento, el murmullo se convierte en desgarrador lamento. Decenas de luces comienzan a oscilar frente a la mirada asustada del viajero. En el mejor de los casos serán fuegos fatuos, fruto de la descomposición de la materia orgánica propia del ecosistema. Si no lo son... sólo queda una opción... Premonitoria. Un aviso. Una llamada de atención. Una, solo una, y quizás la última, posibilidad de escapar con vida. Suenan campanas. Avanza la procesión de almas en pena. Las comanda un vivo cargado con una cruz. Esta será su última ocupación conocida. Solo tiene una oportunidad, una en cada noche, de cambiar de trabajo. Solo pasando su funesta carga a aquel viandante incauto que haya decidido aventurarse por sendas nocturnas que jamás debieran ser holladas podrá el heraldo escapar, brevemente, al beso de la muerte.

Y el viajero desprevenido se aventura noche tras noche por el camino que no debe ser recorrido, no lleva consigo más que lo puesto, pero aún así eso será suficiente para estos bandoleros. Solo buscan un alma que poseer. Ninguna otra riqueza humana se les antoja deseable. Solo un alma. Nada más. El caminante se los ha encontrado en esta noche funesta. Poco importa el nombre que sus tradiciones les hayan dado: Santa Compaña, Estadea, Güestia,Güéspeda,Hoste,Genti de Muerti... lo único que queda es el miedo, el pánico. El frío sudor recorriendo sus sienes. El corazón bombeando sangre a un ritmo desbocado. ¿Es ya la hora? ¿Existe la salvación?. Como concienciándose de su destino los perros de la vecindad más próxima empiezan a aullar. Hacen los cuervos un tétrico acompañamiento. La luna se oculta vergonzosa, ni tan siquiera ella quiere mirar.

El caminante tropieza, araña sus rodillas y descalabra sus manos mientras trata de dibujar un círculo que proteja su espíritu. Le flaquean las piernas. El círculo queda incompleto, y las hojas en el camino se retuercen y vuelven negras como abrasadas por un fuego invisible. Los pasos se acercan. ¿Quizás si saliera corriendo? Cientos de tortuosos pensamientos invaden su mente, son tan débiles como las luces que ahora le persiguen. Su cuerpo ha tomado el control sobre su cerebro. Está corriendo. Lo sabe. Lo siente. Pero no lo asume. Se acerca a las primeras casas del pueblo pero la fiebre no le deja reconocer su aldea. Dan las doce en el campanario. TON. TON. TON. Primera puerta a la derecha. TON. No se abre. Llama con desesperación. No hay nadie. Ninguna voz contesta. TON. Sigue corriendo. TON. Tercera a la izquierda. TON. Mira a través de la ventana y golpea con fuerza el cristal. Se asoma una mujer. TON. Rubios cabellos, mirada clara. Sonrisa sincera. Translúcido camisón blanco a la luz de la candela. TON. La doncella entreabre la puerta y también los labios. Sonrisa complanciente, luna llena de marfil protegiendo el secreto de su boca. TON. Estira los brazos. Recoge al viajero. Y niega la entrada con un gesto de su mano a la oscura compañía que hace ondular su capa. TON. La puerta se cierra sin el más tenue sonido, ningún rechinar de goznes osa interrumpir el consiguiente ritual. La luz se extingue también en el interior. TON. Ya no habrá luz en la ventana, nadie aparecerá bajo el dintel de la entrada. No hasta que sea la misma presa quien de nuevo llame a la puerta del cazador.

La luna vuelve a brillar. Las nubes han desaparecido. Los perros han acallado sus alaridos y los cuervos duermen de nuevo, quizá soñando con el busto de Palas. El heraldo de la muerte ha retornado a su lecho. Tampoco esta noche ha cumplido su misión. Cada cuenta de rosario desgranada es una hora menos de vida. Para él, también, solo quedaba esta oportunidad.


5/10/2010 Aalborg, Dinamarca





sábado, 2 de octubre de 2010

La vuelta de los días oscuros

El mundo tal y como Simón, un simple pinche de cocina, lo conocía ha cambiado. Está cambiando. La oscuridad va adueñándose poco a poco de cada resquicio de ilusión. No deja nada al mañana. El ansia de control territorial de un rey acosado por sus fantasmas y la búsqueda de conocimientos malditos de quien una vez prometió proteger la sabiduría del antiguo arte se han unido para llevar desesperanza y hielo a Osten Ard y a todos aquellos seres vivientes que lo habitan. Simón, aquel que nos guie a través de la trama principal, dejará de ser un niño cuya única aspiración es encaramarse al pináculo de la Torre del Ángel Verde, para convertirse en un adulto, con todo lo que ello supone, y nosotros creceremos también con él a medida que nos enfrentemos a los espectros que aguardan a este huérfano en cada curva en el camino.


Elias reina sobre todo aquello que se extiende hasta donde alcanza la vista. Hijo del reconocido Juan El Presbítero, quien unió bajo un solo gobierno a todas las naciones humanas; y actual ocupante del Trono de Huesos de Dragón, llena sus grises días en controlar la vida de castillo y cobrar el diezmo a sus campesinos. La vida podría seguir así eternamente hasta que, seducido por el fulgor carmesí de las palabras de Pryrates decide convertirse en vasallo del Rey de las Tormentas, con las consecuencias que eso conlleva. Desde el momento en que la primera gota de sangre se derrame y el pacto se firme nadie estará a salvo bajo el, escaso, sol que ilumina Osten Ard. Quizás el precio a pagar ha sido demasiado alto, hasta para quien tenía bajo su trono todo aquello que alcanzaba la vista. Pues, nunca, bajo ninguna circunstancia, un humano podrá dominar a aquel que yacía en la oscuridad de las montañas, confinado durante siglos tras haber cometido el crimen más grave.

Con Añoranzas y pesares, trilogía (tetralogía en la edición española) de Tad Williams se nos abre la puerta a un nuevo reino donde dragones, hechiceros, humanos y otra decena de razas comparten un destino común con solo dos opciones: la muerte o la esclavitud a manos de Ineluki, quien una vez perteneció a una de las naciones más gráciles, hermosas y pacíficas que el continente pudo haber visto. Sudor, lágrimas, sangre y oscuridad, eso es lo único que queda ahora en Osten Ard.

"That's what I said. How do you fight a god? We'll be crushed like ants" Another stone went flying out into darkness.
"Perhaps. But if we are not trying, then, there is no chance of anything but this antlike crushing, so we must try. There is always something beyond even the worst of bad times. We may die, but the diying of some may mean living for others. That is not much to cling to, but is a true thing in any case" The troll moved a little way down the path and took a seat on another stone. The sky was darkening swiftly. "Also", Binabik said gravely, "it may or may not be foolishness to pray to the gods, but there is certainly being no wisdom in cursing them"

( página 191, Stone of Farewell, Book 2 of Memory, Sorrow and Thorn. Editorial Legend,1991)




viernes, 24 de septiembre de 2010

Cosas del mundo (I): retretes

Llamadme ingenua, inmadura, poco cultivada. Todo eso es cierto. Es la primera vez que estoy tan lejos de casa (y eso que me encuentro en un país culturalmente afín a España) y todo me sorprende. Cualquier nimiedad. Pero, como bien dicen por ahí, el conocimiento es poder, y yo cada día conozco más y más. En menos de un mes he aprendido mucho más de lo que hubiera conocido estando en casa o en Santiago. Ahora sé cómo poner una lavadora que funciona con tarjeta prepago. Y también he aprendido que no soy capaz de generar tanta ropa sucia como para llenar dos horas y treinta minutos de coladas a 20 kroners lavado, ni tan siquiera pidiendo ayuda a mis compañeras de piso.

Sin embargo, lo que hoy he aprendido, gracias, ¿cómo no?, a Internet y a la gran enciclopedia colaborativa, es que, incluso en lo más básico, los occidentales nos diferenciamos de los otros 2/3 de población mundial, para bien o para mal. Hace un par de días, buscando información de viajes sobre Escandinavia me encontré con un palabrejo que no entendía: squat toilet y para saciar mi curiosidad, me dirigí a la gran fuente de todo conocimiento (sí, de nuevo la Wikipedia) y en ella hallé la luz que disipó la oscuridad de todas mis preguntas:


Créditos


Lo que para nosotros es algo tan natural como entrar al cubículo del retrete y sentarnos tranquilamente a hacer nuestros menesteres, no es tan común como habitualmente parece. Más allá de Estados Unidos, Sudamérica y Europa Occidental el funcionamiento es muy diferente. Además de no compartir, en general, la tradición del uso del papel higiénico. En un gran número de países, ese bien tan imprescindible para nosotros se substituye por agua (corriente en el mejor de los casos) y por el uso de la mano izquierda. Por ese mismo motivo se considera tan políticamente incorrecto al Este de Europa Central el no ofrecer la diestra cuando se saluda a alguien. No obstante, nada de esto debería resultarnos tan desconocido, ya que el retrete, tal y como nosotros lo conocemos, no fue introducido en la (alta) sociedad (británica) hasta entrado el siglo XIX, así que tampoco deberíamos sorprendernos tanto ni dar por hecho que en el resto del globo las cosas funcionan como aquí.


Es de destacar además, que la postura corporal necesaria para usar este tipo de retretes difiere un tanto de aquella a la que estamos acostumbrados. El ángulo de nuestros órganos internos cambia al situar los pies en su respectivo lugar, facilitando la expulsión del contenido de nuestros intestinos. Quizás por eso es considerada la postura más natural para defecar, existiendo corrientes médicas y científicas que la recomiendan en lugar de nuestro habitual ángulo de 90º.


Yo no recuerdo haber probado nunca uno de estos, pero, sea como sea, ahora sé que esperar cuando salga de casa y me dirija en la dirección opuesta a donde ahora me encuentro (algo que sé que sucederá en no mucho tiempo, espero)


Squat Toilet (Wikipedia, en inglés)
Historia del retrete (Wikipedia, en inglés)
Manual de uso de squat toilet (inglés)


Debo añadir, además, algo que me ha sorprendido de los aseos en la Universidad de Aalborg, algo que he comentado con otros compañeros de otras nacionalidades (europeos, eso si) y que también es diferente en sus respectivos lugares de origen. Aquí, por raro que a mí me pueda resultar, los baños no están separados por sexos. Se trata simplemente de cubículos individuales, totalmente cerrados, que incluyen un lavabo, luz y espejo. Leyendo por Internet (el cual parece ser ultimamente mi gran amigo a la hora de resolver mis grandes dudas existenciales), el posible motivo de este hecho es evitar los problemas de género e identidad que pueden surgir a las personas transexuales a la hora de usar estes servicios. Siendo compartidas las instalaciones, nadie debe preocuparse de estar entrando en territorio del sexo opuesto, o sentirse incómodo por no encontrar un letrero específico para su caso particular. He de decir que nunca me había parado a pensarlo, pero desde luego, es un punto más que se han ganado los escandinavos en mi escala personal.

jueves, 23 de septiembre de 2010

A película de gansgters que todos quixemos facer: À bout de souffle

O cine imita á vida, quérenos facer crer que unha vez sentamos na butaca, diante da pantalla, todo o que nos ensina é real, ou podería ser real. Os espectadores, cando compramos a nosa entrada aceptamos ese contrato, confiamos en que durante a hora e media que dure o filme o que vemos é real, é a vida doutras persoas, observada sen pudor algún, pero sen nunca poder ser descubertos polos protagonistas. Pero a vida tamén imita ao cine, en certa maneira todos queremos que a nosa historia sexa a mesma que a de aqueles a quen vemos sorrir e chorar dende o asento. Non obstante tanto na realidade ficcionada do cine, como no que sucede a este lado da pantalla, as cousas non son sempre como queremos que sexan. Porque a vida é, en demasiados casos, moi puta. E como imitación do real, no cine tamén as personaxes ás que idolatramos as pasan negras.

Godard, un dos máis destacados directores e críticos de cine da Nouvelle Vague francesa, sabía desta tendencia de reproducir no celuloide o que sucede día tras día aos homes, de amosar a súa vida tal e como é, tentando ficcionar o mínimo posible. Pero el quería ir máis alá. Moito máis. Este director e crítico pretendía facer cine dentro do cine. Amosar aos espectadores, a eses que estaban dispostos a probar novas experiencias fílmicas con selo nacional, que non todo no cine se resumía ao que xa se vira ata o momento. À bout de souffle, ópera prima deste francés, non é máis que o intento dun crítico-cineasta, ou dun cineasta crítico, de darlle outra volta máis á produción americana que xa levaba tempo introducida no vello continente. De presentar a, xa ben mastigada polo público internacional, historia de gangsters americanos, pero á francesa. E iso é o que fai. Pero coma sempre, á súa maneira, que se corresponde a el mesmo e a ninguén máis.

Como en toda película de cine noir que se prece hai un heroe, unha dama, e persecucións policiais nos baixos fondos dun París que recorremos en coche cos protagonistas. Pero neso se queda o parecido coa hampa estadounidense. Porque o noso heroe ten máis de eterno perdedor que de salvador de damiñas desvalidas. E Jean Seberg preséntanos a unha rapaciña americana en París que se dedica a vocear o New York Herald Tribune polas rúas mentres tenta chegar a ser xornalista. As persecucións vólvense máis cómicas que tráxicas ao ver como dous policías perseguen ao noso protagonista sen dalo detido ata que intervén de volta a man, non demasiado inocente, da nosa damiña. Jean-Paul Belmondo, caracterizado aquí con varios nomes, como gangster que se prece, tenta ser como o seu ídolo. Non quere ser só un Humphrey Bogart no estilo, no seu xesto máis representativo de tocar os beizos, ou no cigarro que colga sempre dunha esquina da súa boca, non. Belmondo, Kovacs ou Poicard, tenta ser o personaxe que a vida real non lle deixou interpretar na súa obra vital. Este perdedor creouse unha imaxe do que quere ser, porque a vida sen un guión que seguir e que desemboque nun final abrupto tende a ser bastante insulsa. Ou iso debe crer el cando é que pasa todo o filme buscando a alguén non especificado que lle debe diñeiro e cometendo delito tras delito mentres fuma e tenta deitarse con Patricia (Seberg), quen tampouco ten claro que é o que quere de Poicard, do seu traballo ou da vida. Ningún dos personaxes que aparece neste filme sabe realmente que está buscando, só sabe que aínda non o atopou, e que debe seguir procurándoo ata o final. Un final que non deixa de ser para Poicard, e as súas múltiples e delitivas personalidades, tan tráxico e buscado como o propio de toda historia de delincuentes que decidan arriscarse a ir contra a lei.

Pero À bout de souffle non é só unha revisión do mito do maleante que remata por toparse coa xustiza implacable. Este primeiro filme de Godard é tamén unha nova maneira de rodar, de empregar os recursos técnicos propios da época e, por qué non, de facer cine. Non se trata só de que para a rodaxe da cinta se cambiaran os estudios por unha gran presenza de exteriores, ou que as cámaras fixas foran substituídas por lixeiras cámaras que os operadores empregaban sobre os ombreiros para seguir os paseos de Seberg e Belmondo polos Campos Elíseos. Non é tan só eso. Non é a presenza de travellings ou planos secuencia que semellan non ter final (exemplo paradigmático é a conversa tan profunda, e ao mesmo tempo insubstancial, que os protagonistas manteñen nunha habitación de hotel). Tampouco o é a montaxe na que se descartaron, por efecto dunha decisión deixada ao arbitrio do azar, segundo di a propia montadora, certos planos de Belmondo chamando covarde á súa compañeira mentres atravesan a cidade en coche, para así nós poder deleitarnos observando como o vento xoga no pelo curto de Seberg. Nada de eso é o máis destacable. As técnicas cinematográficas que hoxe nos resultan convencionais non son o que permaneceu de À bout de souffle a pesar do paso do tempo. O que de verdade permaneceu deste filme é a mirada única que o director bota sobre a vida e o seu transcorrer. Esa que sabemos que só Godard podía transformar en metros de celuloide.



IMDb sobre À bout de soufle

jueves, 16 de septiembre de 2010

Entonces llegó Lakoff (y nos tocó los frames)

'Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres' (Juan 8:32.) La verdad nos hará libres. Queridos amigos, la verdad nos llevará a verdes pastos donde la primavera es eterna y las rocas manan leche y miel. Donde el sol se pone solo para dar paso a una noche sin pesadillas ni temores. La verdad os hará libres, os abrirá puertas que siempre creísteis cerradas; permitirá que alcancéis cumbres nunca antes conquistadas.

Pero Jesucristo y sus acólitos no contaban con el advenimiento de George Lakoff, de su afilada prosa y agudo ingenio. De sus análisis lingüísticos, tan significativos hoy para mi: “la verdad, por si sola, no nos hará libres”. La verdad nos encadena, nos ata a un momento, a un lugar, a un contexto y a una situación en la que algo se nos revela como cierto. Pero, a diferencia del eterno salvador, el estadounidense nos dice que no hay una sola verdad, y que cada humano, para un mismo momento, tiene una respuesta muy distinta:

“[…] and what is worse is a set of myths believed by liberals and progressives. These myths come from a good source, but they end up hurting us badly. The myth began with the Enlightment, and the first one goes like this “The truth will set us free. If we just tell people the facts, since people are basically rational beings, they’ll all reach the right conclusions” But we know from cognitive science that people do not think like that. People think in frames […] to be accepted, the truth must fit people’s frames. If the facts do not fit a frame, the frame stays and the facts bounce off. […] Is it useful to go and tell everyone what the lies are? It is not useless or harmful for us to know when they’re lying. But also remember that the truth alone will not set you free”

(Lakoff, George: pp.16-18 “How to take back public Discourse” en Don’t Think of an Elephant: Know your values and Frame the Debate. 2004 *el resaltado es mío)

¿Cómo diferenciar tu verdad de la mía? ¿Cuál tiene más valor ante un jurado popular? No hay baremos para medir el valor de la verdad, pero si vemos el poder que ese concepto ejerce día a día en los temas más banales de nuestra vida. Una madre pregunta a su hijo “Dime la verdad, ¿has roto tú el jarrón?”; un amante a su amada “¿De verdad me quieres?”; un vendedor a su clienta “Se lo juro señora, este modelo es, verdaderamente, el rey de las aspiradoras”. Millones de palabras, vallas publicitarias, discursos políticos, hechos, imágenes, pies de fotos que nos manipulan, nos usan y sacan lo mejor (o peor) de nosotros bajo el halo de realidad que el uso de la palabra verdad genera. Un resplandor que nos ciega, nos impide ver que tras los más de seis mil millones de personas que hoy habitamos el planeta Tierra, como mínimo debería haber seis mil millones de verdades.

P.D.: La verdad está, definitivamente, sobrevalorada.

martes, 14 de septiembre de 2010

Sexo, drogas y amor (o lo que quiera que sea)

Necesidades. Necesidades que nos unen. Que nos separan. Necesidades que hacen que nos arrastremos en busca del siguiente polvo, de la próxima raya o del último pico. Y de fondo, una ciudad. Nunca tiene porqué ser la misma. Cualquiera nos sirve. Cualquier suburbio es el adecuado para saciar nuestros instintos más animales. El primer callejón a la derecha puede fácilmente ser la oficina donde un pulcro y aseado camello nos fíe unos cuantos gramos. Cualquier porche deslucido ser la entrada del club de alterne más cercano. Tatuajes por todo el cuerpo. Mulas y redadas. Noches en blanco o en carmesí, todo depende de que labios besemos. Usureros. Prestamistas. Inmigrantes y ex-presidiarios comparten mesa y botella de vodka. Madres alcohólicas y padres que abusan de sus hijos. El infierno a ras de suelo, humeando en el alquitrán de cualquier autopista.

En este caso la ciudad de los adictos, proxenetas y desconsolados no es otra que Aalborg. En cada fotograma de Nordkraft (Angels in Fast motion,2005) vemos reflejado el rojo ladrillo, las estrechas calles, sus típicas casas en los suburbios o la creciente industrialización. Entrar en las habitaciones, y camas, de mano de Maria, Allan o Steso (Thomas) es entrar en la vida, sentir la adrenalina correr por nuestras venas en cada chute y dejar que nuestras pupilas se dilaten, y exciten, ante las emociones que nos aguardan tras la próxima puerta. No son solo los personajes, o sus líneas las que nos transportan, sino también la propia cámara, que en todo momento sigue a los personajes, moviéndose con su palpitar. La música, toda con letra en inglés, nos empuja como una ola a la siguiente escena. Escena en la que puede que encontremos a la madre de Allan metida en la ducha con un menor de edad, a Maria intentando entender porqué vive con un camello o, quizás, al amor que todos sienten, o desearían poder sentir. Porque es, después de todo, el amor lo que los empuja, lo que los sostiene y les da fuerzas. Fuerzas para continuar, o para dar la vuelta y dejarlo todo atrás cuando parece imposible seguir hacia delante.




lunes, 23 de agosto de 2010

Para sempre é moito tempo...

O amor tamén pode perecer debido aos excesos. A excesos tan banais como unha fame incombustible ou unha imaxinación demasiado vívida e inquebrantable.


Imaxe: N. en Moaña.

jueves, 19 de agosto de 2010

Felicidade

¿Eres capaz de explicarme en que consiste a felicidade sen usar para ilo conceptos e figuras retóricas que so son aplicables no teu contexto histórico e sociocultural? Non cho creo.


Yo me inclino por la herejía de Caín. Siempre dejo que el prójimo se vaya al diablo del modo que le parezca

(El Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Robert Louis Stevenson)

martes, 3 de agosto de 2010

Agárrame eses xoguetes!

Todos crecemos e nos facemos maiores,e iso tamén lle sucede aos personaxes das nosas historias favoritas. Tamén eles crecen, teñen os seus primeiros amores e chegan á terceira idade aínda con ganas de aventuras (tal e como víamos en Up, (2009) de Pixar). E como a todos nos sucedeu, as afeccións cambian, cambia o tempo que adicamos á nosa familia, aos nosos amigos e aos nosos xoguetes.

Toy Story 3, a última película da saga da Disney/Pixar, recolle con gran acerto ese momento dramático en que o neno protagonista da serie, Andy, debe deixar a casa materna para comezar a estudar na Universidade, e na casa quedarán tamén os xoguetes cos que compartiu anos e anos de aventuras sen límites, tal e como vemos na secuencia inicial do filme e nos dez primeiros minutos da cinta en que se nos pasan videos caseiros de Andy agarrado firmemente a Woody e Buzz. Co paso dos minutos iremos coñecendo novas personaxes e lugares que cobrarán importancia, e incluso centrarán algunhas das tramas, segundo se vai desenvolvendo a acción. Así será como se nos presente o máxico momento en que Barbie e Ken sentiron o dardo de Cupido cando os xoguetes, por obra da man do Destino, acabaron na gardería Sunnyside.


Barbie e Ken coñecéndose (esquerda) na gardería Sunnyside (dereita)

O filme podería levar o subtítulo de "a gran evasión" xa que, como nas anteriores entregas, o núcleo da historia radica en intentar volver a carón do amigo máis fiel que ata o momento tiveran estes xoguetes e o máis importante, regresando sempre todos xuntos. Non obstante, nesta ocasión, a escapada e o retorno veranse complicados ata os límites máis extremos, chegando case á compactación e incineración nun vertedoiro de residuos urbanos. A acción está asegurada dende os minutos iniciais, pero tamén o está o drama da separación, o dano psicolóxico que o abandono pode representar nos seres máis queridos e o paso á adultez.


A distrubuidora escolleu neste caso presentar a película tanto en sistema analóxico e dixital como en Disney Digital 3D, o seu sistema patentado para imaxes en tres dimensións. A versión en tres dimensións ten unha calidade exquisita e nalgúns momentos, especialmente cara o final da cinta, nunha escena en que Andy xoga con unha meniña pequena, o adolescente parece case real, as súas mans e os seus cabelos poderían ser perfectamente os dun ser humano. Non obstante, e pese a conter moitas escenas de acción, o 3D non me parece estritamente necesario para este filme. É certo que ofrece uns efectos sorprendentes e realistas, pero, probablemente, a sensación interior e a carne de galiña lograríanse igual en dúas dimensións. Ademais, non sei se me pasou só a min por usar lentes, en certos momentos sentín cansanzo e dor de cabeza mentres vía o filme, o que non sei se é normal cando se trata dun traballo en tres dimensións.


En resumo; a saga que comezara coa historia dun vaqueiro de xoguete que tiña unha cobra nas botas aló por 1995, segue de plena actualidade e ten en Toy Story 3 un broche de ouro para rematar a nenez de Andy e con elo encumbrar aos seus creadores. ¿Haberá unha cuarta?, iso nunca se sabe, é certo que a galiña dos ovos de ouro ten que deixar de poñer nalgún momento, pero poida que Disney e Pixar non pensaran aínda en botala na sopa...


Bonus: Night&Day é un corto moralista e inxenioso que se pasa antes do filme e que, tanto técnica como emocionalmente, é tamén unha delicia.

jueves, 22 de julio de 2010

Perros (y dueños) salvajes

Atlántico Diario (22/07/2010) Azuza un perro pit-bull a un hombre tras un accidente

Salía de casa tan tranquila hace un rato cuando me encontré en la plaza un espectáculo, a mi entender, dantesco: Señoras sentadas en los bancos con sus labores de costura o la merienda de sus nietos, señores con su boina y su bastón, parejas jóvenes y no tan jóvenes en las terracitas de los bares, un niño corriendo de un lado a otro tras su pelota y un hombre disparándole a alguien con una pistola de agua. Todo podría ser lo típico de una barriada ideal. Pero cuando me acerqué un poco más comprobé que aquel a quien se estaba mojando no era a otro adulto, sino a un perro que estaba medio tapado entre las mesas de un bar. Un perro que en aquel momento estaba sentado, tranquilamente, con un bozal.

El dueño, aún sujetando la correa del animal (que se parecía mucho a este: ) ,

gritó amistosamente al "atacante", que desde mi ángulo de visión parecía uno de sus colegas, quien siguió rociándoles. La cosa podría haber acabado sin problema ahí, "nos tomamos unas birras y tan amigos", pero no fue es el caso. Por ese entonces yo ya había abandonado la idea de cruzar la plaza y simplemente observaba, haciendo cábalas y anotaciones mentales. El perro se levantó (o lo levantaron tirando por la correa) y su dueño le sacó el bozal. Los ladridos que entonces se escucharon en la plaza eclipsaron cualquier otro ruído de tarde veraniega. El dueño, o el de la pistola(porque ahora las voces se mezclaban con los ladridos) dijo algo, aún en tono amistoso, parecido a "A ver con quién te metes".

Yo, que soy más de gatos y no entiendo mucho de perros, me había quedado en la esquina de la plaza, intentando calcular la trayetoria del animal y la del niño de la pelota, que estaba, a mi juicio, demasiado cerca del animal, puede que incluso perteneciese a ese grupo de adultos. Finalmente me decidí a atravesar la plaza, pero en lugar de hacerlo por donde siempre, lo hice por uno de sus laterales, esquivando las mesas de los bares y al eterno borracho del tercer banco a la derecha. Cuando dejé la plaza, temiendo que los ladridos no fueran precisamente de alegría y cortesía, me paré a pensar en el dueño del animal. A ojo no aparentaba más de 30 años, vestido de sport, con gorra y puede que gafas de sol. Y sin embargo, pese a la aparente normalidad, sacó el bozal a un perro que, si lo llevaba por algo sería (aunque solo respondiera a la actual normativa) en una plaza en la que niños y ancianos pasaban tranquilamente la tarde. Y lo hizo usando además un tono que el animal podría entender como de amenaza.


No tengo perro, nunca he tenido uno, así que probablemente no entienda la relación que se establece entre dueño y animal, tampoco puedo llegar a imaginar lo que se puede pasar por la mente del can en momentos así. Pero a mi se me plantea solo una duda... Viendo todo lo que vemos todos los días en los medios, sabiendo lo que sabemos... ¿por qué?

E despois da crise, ¿que?

Foro Internacional sobre Economía e Xestión da Comunicación: O novo panorama mediático

O Foro Internacional sobre Economía e Xestión da Comunicación organizado pola facultade de Ciencias da Comunicación da Universidade de Santiago de Compostela reuniu o pasado 16 de Xullo a un nutrido grupo de poñentes internacionais que diseccionaron en profundidade a situación actual do xornalismo e a súa proxección no futuro. Os temas tratados abrangueron especialmente os recentes cambios que se viñeron dando nos últimos anos no mundo da empresa xornalística e a influencia que a crise económica está a ter na produción informativa. Non obstante, pese á sombría situación que afronta o xornalismo hoxe en día e a moitos dos riscos negativos que se destacaron da actual recesión económica, os poñentes, especialmente o Dr. Rosental Calmon Alves da Universidade de Texas en Austin (Estados Unidos) e o Dr. Timoteo Álvarez da Universidade Complutense de Madrid, non perderon o sentido do humor e achegaron reflexións cargadas de ironía e acidez que fixeron esbozar aos asistentes sorrisos de complicidade ao tempo que asimilaban as poñencias. A intensidade do encontro quedou patente tanto nos asistentes como nos convidados cando tras case doce horas de charlas se deu por finalizado o evento. Pese a que o 16 de xullo resultou ser un día longo o resultado foi o agardado, tanto os asistentes como os que sentaron trala mesa principal e os micrófonos se deron por satisfeitos e agradeceron ter a oportunidade de asistiren ao Foro.


A escolla de intervencións no Foro foi selecta e púidose contar con trece representantes de oito países diferentes que aportaron a súa experiencia nos medios de comunicación e no exercicio da docencia para achegar novas visións sobre o xornalismo do Século XXI e intentar aportar solucións para unha crise que, segundo Ramón Zallo, da Universidade do País Vasco, é tanto estrutural como coxuntural.

No Foro interviron (por orde cronolóxica)

O Doutor Miquel de Moragas i Spà , quen centrou a súa intervención sobre todo na importancia da investigación aplicada no campo dos medios de comunicación como maneira de resolver algúns dos problemas derivados da situación de crise. Esta crise, cando falamos dos medios de comunicación de masas, é un ciclo crítico que se retroalimenta, xa que, en opinión do catalán, se fomenta a dependencia de inversores privados e no momento en que o número de créditos para a industria comunicativa diminúe, tamén se reducen os gastos de produción, o que leva a peores contidos, o cal reverte negativamente especialmente nos consumidores.

A Doutora María Michalis (tamén presente nas redes sociais) centra as súas investigacións nas políticas europeas de comunicación e na situación de converxencia tecnolóxica que se está a dar hoxe en día e polo tanto artellou a súa explicación no Foro arredor da evolución das políticas de comunicación que se deron en Europa e na Unión Europea dende 1974, destacando principalmente o feito de que dende as institucións comunitarias o que se buscaba era potenciar o libre movemento de contidos, especialmente na produción televisiva, entre os diferentes países membros. Tamén se destaca da súa intervención que a Unión Europea en todo momento pretendeu, con medidas máis ou menos acertadas, combinar o recoñecemento á situación sociocultural europea e os intereses económicos dos países membros.

O doutor Ramón Zallo, Catedrático no Departamento de Comunicación Audiovisual e Publicidade da Universidade do País Vasco e licenciado en Dereito e Economía pola Universidade Comercial de Deusto. Zallo é tamén autor de diversos libros sobre economía e política da cultura e da comunicación.A intervención de Zallo moveuse en todo momento arredor da implantación da Televisión Dixital Terrestre (TDT) e das últimas leis relativas ao audiovisual español, centrándose, por tanto, nun tema propio do seu ámbito de estudo. Na súa opinión, as leis de comunicación vixentes en España, froito do goberno socialista dende o ano 2004 ata a actualidade, son ante todo, desreguladoras e liberalizadoras, contravindo os presupostos do servizo público do que parten. A crítica do doutor quedou patente dende o primeiro momento, xa que expresou de viva voz que era contrario por principios a estas leis e que todos debían estar avisados dilo antes de escoitar os seus argumentos. Ao afondar na temática da Televisión Dixital Terrestre deu gran importancia ao feito de que as potencialidades deste novo tipo de emisións estaban sendo realmente desaproveitadas. Hoxe en día non se fai uso dos sistemas avanzados que a TDT propoñía, nas súas propias palabras queda claro que “Se sigue haciendo televisión tradicional pero con dos nuevos canales por cada emisor”. Nestes momentos realmente hai un exceso de oferta que non é absorbida satisfactoriamente polo consumidor. Non obstante, este exceso non é incompatible con un funcionamento oligopolístico protexido pola clase política, hoxe operan demasiadas empresas como para que a televisión en aberto permita obter beneficios. Outro dos grandes problemas que se trataron durante a exposición de Zallo foron os problemas que sufre e sufrirá o ámbito da radiotelevisión pública derivados das leis do audiovisual. Na súa opinión o que se logrou foi reducir o rol da Corporación de Radio Televisión Española, en parte debido ao seu novo sistema de financiación, que resultará deficitario a medio-longo prazo. A conclusión final que aporta o vasco é que as últimas leis do audiovisual español son “desreguladoras y liberales. Esto es una decisión política, no es un imperativo social ni económico.” Non obstante, Zallo non pecha a porta a algún resultado positivo no audiovisual de carácter público, iso si, di que será no ámbito das comunidades autónomas, nunca a nivel estatal.

O Doutor Germán Rey, a súa intervención tivo como eixo as políticas culturais e comunicativas levadas a cabo en América Latina, zona que el coñece de primeira man debido aos seus estudos sobre medios de comunicación no continente. O punto central desta exposición baseouse na idea de que “lo que hace falta en América Latina no son televisiones, radios o tecnología sino unir ciudades que habían estado rotas”. Segundo el mesmo dixo, dende as conversacións da Ronda Uruguay non existiu ningún tratado realizado por Estados Unidos no que se contemplara acultura como materia excepcional (como si se tivera en conta no ultimo tratado asinado entre Estados Unidos e a Unión Europea). Ademais, é de ter en conta que no continente americano as políticas culturais e comunicativas tenderon dos intereses socioculturais aos intereses económicos, dando lugar a que moitas das políticas culturais imperantes tiveran as súas orixes e primeiros impulsos nos movementos sociais antes que nos propios gobernos latinos. Non obstante, todos os gobernos de América Latina, e con eles todos os cambios de lexislaturas que se deron no tempo, tiveron consecuencias na organización das políticas comunicativas e neste panorama novo e cambiante apareceron novos desenvolvementos no campo comunicativo e cultural que se deron entre crispacións, tensións políticas e campañas mediaticas. Hoxe en día Latinoamérica vive nun marco de inestabilidade entre medios, goberno e cidadáns, e iso reflíctese nos comportamentos e actitudes dos cidadáns e tamén das institucións.

O Doutor Rosental Calmon Alves (a quen podemos atopar en twitter), que na actualidade é doutor en Comunicación pola University of Texas de Austin (Estados Unidos). É tamén director da Cátedra Knight en Xornalismo e da Cátedra UNESCO de Comunicación na mesma universidade. Alves foi director e fundador do Knight Center for Journalism in the Americas. Alves, na súa intervención, partiu da idea de mediamorfosis de Fiedler (1997) segundo a cal se seguiu un proceso de evolución lóxico dende os medios de comunicación de masas tradicionais aos novos medios dixitais, para opoñerlle o vocablo da súa propia creación: mediacidio (2001), ou a “muerte del sistema” de medios no contexto industrial e o nacemento dun novo sistema de medioscompatibles co mundo dixital. Un dos puntos máis importantes da súa exposición foi a “metáforado ecosistema” como explicación relativa ao cambio de xestión das estruturas das empresas decomunicación. Para cambiar a xestión hai que realizar modificacións en relación con contexto e coa situación do momento do ecosistema mediático en que está inserida a empresa. Na actualidade hai unha gran biodiversidade no mundo dos novos medios na que se pode dar unha gran relación simbiótica entre os diferentes medios e soportes. Pero para elo é necesario entender que unha rede de comunicación é un ecosistema que ten vida propia, como un ecosistema económico o biolóxico e tamén ter en conta que neste novo ecosistema se xeran novas relacións, como por exemplo o feito de que os medios de masas perden poder e control mentres os individuos conectados en redes crecen exponencialmente, tamén en poder e control. Quizás o máis revolucionario hoxe en día respecto dos medios dixitais é o feito de que, neste novo ecosistema, o receptor é, por primeira vez, un emisor con gran capacidade para crear. A empresa periodística ten que adaptarse a todos estes novos cambios, ante todo, a empresa comunicativa debe deconstruír para logo reconstruír de maneira dixital os medios tradicionais.

A Doutora Rosario de Mateo, pretendeu resumir na súa intervención as transformacións que teñen lugarna industria dos medios de comunicación partindo da idea de que os cambios se teñen que encadrar na propia transformación do modelo económico e social español. Estas modificacións están caracterizadas por factores tecnolóxicos, como a difusión dos contidos, políticos, por exemplo a liberalización da televisión, económicos, como a concentración empresarial e sociais como a elevación do nivel de vida ou a alfabetización dixital, que segue a ter como contraparte o incremento das brechas dixitais. Hoxe en día pódese sinalar que a situación dos medios de comunicación se caracteriza por unha revolución tecnolóxica, unha maior democratización en acceso e contidos, unhas políticas de comunicación que favorecen a liberalización do mercado audiovisual e, en definitiva, por unha gran indefinición.

Martín Becerra, coñecedor directo das industrias culturais de América Latina, amosou aos asistentesas diferenzas entre a configuración das mesmas en Latinoamérica e Europa Occidental ou Estados Unidos. Aínda que hoxe en día a situación das industrias culturais e comunicativas destas tres zonasson moi distintas, isto é estraño xa que ata non fai moitos anos as tendencias de América Latina e Estados Unidos eran similares, especialmente nos modelos comerciais. As diferenzas dos modelos latinos radican especialmente nos problemas propios de cada país, como por exemplo o tamaño dos mercados nacionais. Na opinión deste profesor os problemas básicos da cultura e a comunicación no continente americano radican especialmente na docilidade dos sistemas políticos, en que os actores mediáticos son actores comerciais (non hai gran presenza de medios públicos), na extranxeirización da propiedade e dos contidos dos medios latinos e nos oligopolios da telecomunicación.


A intervención de José Marques de Melo, ao igual que a de Becerra, centrouse especialmente na situación da comunicación no seu país, neste caso Brasil. Na súa opinión os problemas de comunicación de América Latina, e por tanto de Brasil, non son propiamente de comunicación, senón problemas sociais, económicos e políticos. Certamente, a excepción de Brasil e México, América Latina é o continente onde menos se inviste en publicidade. Ademais, Brasil presenta certas características propias como a polarización económica e social, que xera estilos comunicativos moi diferenciados entre o urbano e o rural. Así a folkcomunicación dun Brasil máis arcaico e socialmente discriminado oponse ao extremo da alta tecnoloxía e dos seus modos de comunicación. No Brasil de hoxe en día as comunidades marxinais resisten fronte á tecnoloxización e os fluxos culturais dominantes mediante os seus riscos típicos como a danza, o baile e os iconos (exvotos).

O doutor Jesús Timoteo Álvarez, Catedrático de Historia da Comunicación pola Universidade Complutense de Madrid (UCM), planteou como punto central a súa sección de estudo, xa que se tomou en conta especialmente a pregunta “¿E despois da crise que?” chegando á conclusión de que ata o momento as propostas posibles dende todos os ámbitos non resolven a medio prazo os problemas da industria comunicativa e cultural. Nas ´súas propias palabras hoxe en día “estamos viviendo la muerte de un mundo y de una cultura, la de la sociedad de masas”.


O doutor Octavio Islas presentou no Foro os resultados e variables sobre as que se estruturaba un estudoque se estaba levando a cabo en México para coñecer porque os cidadáns do país son ou non usuarios da Internet e que valoración lle conceden a este servizo. As variables empregadas abranguían dende o lugar onde se usaba a Internet ata os efectos sociais que tiña o seu uso.


A intervención do Doutor Mariano Cebrián Herreros tivo o seu punto forte na temática dos cibermedios e do futuro dos medios tradicionais, anticipando, como outros dos convidados que “la televisión es la próxima difunta, ya que todo se va reajustando y se va modificando el planteamiento”. Na súa opinión, o futuro do xornalismo dixital atópase nas plataformas de contidos, nas grandes agrupacións de medios e contidos. Os medios que, segundo Cebrián Hererros, se acumulan son os medios tradicionais (prensa, radio, televisión e cine), os cibermedios (a Internet como plataforma e rede de redes) e as redes de comunicación móbiles. Non obstante, o que máis falla fai neste momento son as ideas, xa que “quien tiene una idea tiene una mina”, despois xa só queda trasladalo a todas as pantallas posibles.


O eixo central sobreo que xirou toda a exposición do Doutor Elías Machado, foi o uso que se fai, ou non, das plataformas dixitais na ensinanza, no mundo empresarial e tamén no eido do xornalismo profesional. Na súa opinión, o reto actual está na innovación, algo que as escolas de xornalismo aceptan moi mal. Segundo a súa experiencia as innovacións non aparecen nas escolas de xornalismo, senón nas empresas, pero estas non sempre saben darlles os enfoques teóricos necesarios. O ideal é a multidisciplinariedade e, dende logo, unha boa dose de autocrítica, tanto dende as empresas como dende a Universidade.

A última conferencia da tarde foi a de Pablo Escandón, membro do Centro CIESPAL (Ecuador) e editor da revista latinoamericana de comunicación Chasqui. En xeral, o ámbito de investigación de Escandón está orientado ao xornalismo dixital e a todas as formas de comunicación na Rede. No peche de Escandón tentouse transmitir e explicar a función social e psicolóxica que hoxe en día cumpren as novas tecnoloxías no Ecuador. Así foi como para finalizar o Foro se falou do usod as novas tecnoloxías, no Ecuador especialmente o celular o teléfono móbil, dun xeito social e emocional, facendo funcionar os televisores e celulares como “tótems”. O risco definitorio desta función de categoría social vén dado polo dato de que incluso nas barriadas máis pobres do país en todos os fogares sempre se ten televisión de cor, teléfono móbil e equipo de son. As estatísticas asegúrano sen lugar a dúbidas, o teléfono móbil ten unha penetración do 99% respecto da poboación total. A Internet, pola outra banda, non ten esa función “tótem” da que se viña falando, e aínda hoxe en día, o seu uso é residual no Ecuador.

Para concluír podemos dicir que no momento actual o mundo da comunicación se atopa non só sumido nunha crise, que o está, xa que a situación económica global non deixa de afectar a este sector, senón que tamén se caracteriza por unha gran indefinición, como reseñaba De Mateo e por estar a vivir unha revolución. Hoxe non nos resulta estraño oír que se está a facer xornalismo nasplataformas e redes sociais da Internet. Non obstante, aínda xorden moitas dúbidas sobre a idoneidade destas novas canles e a preparación dos usuarios para xerar contidos que cumpran cos requisitos informativos necesarios. Tampouco é raro oír comentar que o futuro da televisión, especialmente no caso da radiotelevisión pública española, está hipotecado, se seguen a producir contidos analóxicos para a Televisión Dixital Terrestre. Pero o problema non afecta só ao sector público, a produción dos emisores privados para a TDT segue a ter unha calidade de contidos propia do pasado. As achegas que se fixeron durante o Foro tenderon todas a un mesmo punto: existe unha crise nos medios tradicionais, existen solucións que a medio-longo prazo non o serán. É necesario o cambio. É certo que existen iniciativas novidosas, que empregan os novos soportes e tamén os tradicionais de xeitos aínda non vistos. Pero con iso, tal e como se viu vendo, non chega. Non só se deben dar transformacións na parte tecnolóxica dos medios senón tamén na súa estrutura interna, nos seus modelos de financiación e, dende logo, nas persoas que crean os contidos e nas que os reciben.

No momento actual é posible comprobar que o poder das corporacións mediáticas, pese a seguir tendo un peso moi importante, está cedendo en parte o control á cidadanía. Aos grupos organizados de individuos que reclaman decidir eles mesmos sobre os contidos e a difusión. Isto é
síntoma de que os cambios que estamos a sufrir no mundo occidental non son só de tipo económico ou tecnolóxico, senón que tras eles se esconde unha vertente social que, especialmente aos xornalistas, non debería pasar inadvertida. Quizás o máis importante e necesario neste momento sería adecuar as ferramentas que xa se teñen aos contidos que se demandan, cumprir coas necesidades informativas da cidadanía, especialmente con eses grupos, que se viron amplamente reflectidos nas intervencións que fixeron os doutores latinoamericanos, que ata o momento non tiveran a representación necesaria nos medios tradicionais de comunicación de masas. O futuro está no dixital, iso está claro, pero tamén na segmentación dos públicos, o que deixa unha gran marxe ás iniciativas que a un tempo teñan en conta os intereses xornalísticos e sociais.